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No sé tú, pero en mis planes no está gastarme 1.000 euros en una gafas de sol para correr, pero es que en realidad Nike tampoco espera que las compres. El objetivo de las Nike Wing, así se llaman, es el alto rendimiento y están diseñadas precisamente para parecer que no existen, que no se llevan puestas.
Un evento como los Juegos Olímpicos tiene una repercusión mundial brutal y eso lo saben muy bien todas las marcas. Saben que una buena promoción de un producto o simplemente que un atleta TOP lleve puesto algo diferente, sin decir qué es, les dará un exposición tremenda. Por ejemplo, como pasó con Phelps y los extraños círculos marcados en su piel (provocados por la técnica de “ventosaterapia” que, por cierto, no tiene base científica).
Índice del artículo
Cuando las milésimas cuentan para pasar a la historia
De base unas gafas de sol parecen algo sencillo, pero Nike y su equipo de desarrollo quiso ir un paso más allá desarrollando las “Wing” (ala, en español). Las gafas de sol suelen utilizarse para proteger los ojos del sol, para concentrarse… para que tus rivales no sepan cuál es tu mirada en los momentos de máxima tensión.
Las Nike Wing tuvieron esos cimientos, pero también la aerodinámica y la ligereza, algo fundamental en deportes en los que, a nivel élite, una décima de segundo puede significar pasar a la historia.
Como podéis ver en las imágenes, las Nike Wing son pura aerodinámica, ángulos y una estructura que imita a los tendones. ‘El parto’ duró 20 meses y en el desarrollo se unieron Nike, VSP Global y ZEISS, una empresa alemana muy conocida por sus ópticas y lentes.
Pura aerodinámica en una pieza de 26 gramos
El resultado fue Nike Wing, una gafa de una sola pieza. No hay bisagras, todo el frontal es una lente única que se curva y adquiere la forma de la cara del atleta. Esa pieza se une sin fisuras a una correa de goma que rodea la cabeza. Es decir, las gafas no se cierran y su peso es un escándalo: 26 gramos en total. Aquí tenéis un vídeo:
La idea es que las gafas de sol Nike Wing sean invisibles, que el atleta no note que frente a sus ojos tiene una lente, ni siquiera que lleva unas gafas puestas. Se apoyan y reparten el peso entre la frente y la parte trasera, quitando presión en el puente de la nariz.
La aerodinámica se paga: 1.100 euros por las Nike Wing
En el proceso de desarrollo se implicaron atletas Nike y se realizaron todo tipo de pruebas en el túnel del viento. Eso sí, toda esta tecnología, ligereza y comodidad no son baratas, aunque sinceramente dudo que Nike haga esto para nosotros.
Las Nike Wing cuestan 1.200 dólares, que al cambio son algo más de 1.100 euros. Si quieres algo más ‘asequible’, las Nike VaporWing también están diseñadas para la pura velocidad.