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Correr es una de las mejores actividades para cuidar nuestro cuerpo, tanto a nivel físico como a nivel mental. Sin embargo, al igual que en cualquier otro deporte, siempre existe el riesgo de lesiones, especialmente cuando no hacemos uso de los implementos necesarios como el calzado adecuado para el tipo de terreno por el que vamos a correr, la indumentaria y otros dispositivos y accesorios que nos permiten monitorizar de forma más eficiente nuestra salud.
Si bien los principiantes son más proclives a sufrir lesiones, se trata de un riesgo que está presente para todo runner, incluso aquellos experimentados.
De allí que, si existe la intención de hacer de esta práctica algo habitual, resulte ampliamente recomendable contratar un seguro de salud que incluya servicios como fisioterapia. En este sentido, utilizar un comparador de seguros de salud es lo más idóneo para asegurarnos de adquirir la opción que mejor se adapte a nuestras necesidades.
A continuación, compartimos contigo cuáles son algunas de las lesiones más frecuentes en el running:
Índice del artículo
Fascitis plantar
Una de las lesiones más comunes que suelen padecer los corredores, sin importar su nivel de competencia, es la fascitis plantar.
Esto ocurre cuando la banda gruesa de tejido fibroso que recorre todo el pie se inflama, lo que puede llegar a ser, dependiendo del nivel de inflamación, incapacitante. Esta molestia aparece como un dolor punzante en la planta del pie y se puede extender hacia el talón. Además de hacer estiramientos antes de cada entrenamiento, cuando ya aparece la lesión, es recomendable acudir a fisioterapia.
Problemas de menisco de rodilla
Otra de las lesiones más comunes que sufren los corredores es la de menisco de rodilla, específicamente, un desgarro de menisco.
Esto se debe, principalmente, a que la almohadilla de cartílago proporciona estabilidad y amortiguación, pero cuando se inflama genera rigidez y, por supuesto, dolor. Al igual que en el caso anterior, calentar correctamente es clave, así como también utilizar el calzado adecuado en función del tipo de suelo y no exigir de más al cuerpo, especialmente cuando estamos comenzando.
Periostitis tibial
Esta lesión suele aparecer después de llevar tiempo corriendo y cosiste en un dolor que aparece en la cara anterior de la pierna.
Este dolor por periostitis tibial suele aumentar en las subidas o cuestas e incluso se pueden llegar a sentir pequeños bultos en la parte de la tibia, específicamente en la región anterior. En otras palabras, se trata de una inflamación del tejido que recubre el hueso. En estos casos, la fisioterapia también es clave para sanar en un lapso de tiempo mucho más rápido.
Si bien las lesiones anteriores son las más comunes, también se pueden generar una amplia variedad de lesiones adicionales, como el síndrome de cintilla iliotibial o la tendinopatía del Aquiles que se produce por una sobrecarga del tendón.
En cualquiera de los casos, el uso de calzados adecuados para correr, el calentamiento previo y estiramientos después del entrenamiento son claves y, por supuesto, contar con un seguro que incluya el servicio de fisioterapia para recibir ayuda profesional, lo que se traduce en menos dolor y en un proceso de sanación mucho más rápido.
